Opciones Más Acertadas, Familias Más Felices

¡Mejora el bienestar de tus seres queridos hoy mismo!
¡Mejora el bienestar de tus seres queridos hoy mismo! 

El trabajo, los niños, los quehaceres, la familia... en este mundo escaso de tiempo, es muy fácil ordenar comida en vez de cocinar, mirar la tele en vez de hacer ejercicios, y tomar decisiones rápidas sobre asuntos importantes aún cuando sabemos que no es la mejor decisión – para nuestros hijos. Pero incluso el estilo de vida de la familia más ocupada pudiera mejorar, sin pasarnos del presupuesto ni hacer malabares para lograrlo. Sencillamente, prueba:

Servir alimentos saludables y a tu alcance. ¿Cuál es la respuesta a un día largo con una familia hambrienta que quiere comida desde que entra por la puerta? ¡La planificación! Revisa por Internet los circulares de los mercados, y luego diseña un plan alimenticio basado en verduras y vegetales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa que estén en promoción. Haz una lista y síguela al pie de la letra, y cerciórate de comprar primero por el perímetro del supermercado; probablemente de ahí llenarás tu carrito con alimentos saludables.

Para ahorrar tiempo y dinero, cocina en abundancia. “La comida que quede la puedes usar para almuerzos, en otras recetas, o congelarla en porciones individuales para consumir más tarde”, afirma Adda Bjarnadottir, M.S., nutricionista licenciada y colaboradora para el boletín Authority Nutrition. También considera cocinar por lotes. “Empieza por lotes pequeños, doblando una receta varias veces por semana, y congelando la cena duplicada para otra ocasión”, dice Jessica Fisher, autora de Not Your Mother’s Make-Ahead and Freeze Cookbook. “Con poco esfuerzo, acumularás una reserva de comidas caseras que te ahorrarán tiempo en noches muy ocupadas”.

La olla de cocción lenta también es buena para tu bolsillo ya que cortes más económicos de carne generalmente salen tiernos y jugosos; además, esta olla utiliza “mucho menos energía que la que gasta en calentarse un horno”, señala Stephanie O’Dea, autora de 365 Slow Cooker Suppers, escritora gastronómica y bloguera. Eso significa cuentas de electricidad más bajas.

Hacer tiempo para una familia en forma. Limitarle la tele a los niños es el primer paso a dar para hacer tiempo para ejercicios. Estudios de la Harvard University demuestran que mirar tele desde temprana edad produce efectos a largo plazo, incluso riesgo de obesidad. “Pero hacer ejercicios no necesariamente significa hacer circuitos de carreras ni levantar pesas, lo cual exige dedicar bloques de tiempo”, afirma Stephen Virgilio, autor de Active Start for Healthy Kids. En vez de eso, “Piensa en el ejercicio como sencillamente llevar un estilo de vida activo, y verás que hay más tiempo para ello de lo que pensabas”.

En vez de lavar los platos tan pronto terminen de cenar, déjalos ahí, y da una vigorosa caminata con tu familia alrededor de la manzana. Luego, cuando todos se hayan sentado frente a la tele para ver su programa favorito, ponlos a todos de pie durante las pausas comerciales para hacer breves repeticiones de abdominales o lagartijas. Y antes de irse a dormir, corran escaleras arriba y abajo o por el pasillo varias veces – ¡eso también ayudará a cansar a los chicos!

Adoptar estrategias para ahorrar. Aprende más sobre cómo gastar el dinero y guardarás más plata en tu bolsillo. Comienza por buscar cargos escondidos de financiamiento, y toma nota de cuándo vencen las facturas para evitar recargos por atraso. Es buena idea marcar con avisos recordatorios las fechas de vencimiento en el calendario de tu móvil inteligente para así no incurrir en penalidades – y no poner en peligro tu puntaje crediticio. También debes indagar sobre programas de incentivos que te recompensan por tus compras, dice Jeanette Pavini, experta en cómo ahorrar de Coupons.com. “¡Los programas de lealtad y los cupones pueden ahorrarte hasta un 40 por ciento en las facturas del supermercado!”

En lugar de tiendas por departamento opta por tiendas de consignación, Goodwill y el Salvation Army, donde puedes encontrar ropa para niños ligeramente usada (y prendas nuevas también), con frecuencia por solo unos dólares. ¿Mejor aún? Emprende tu propia “tienda de intercambios” con familiares y amigos. “Acepta cualquier cosa de segunda mano que te ofrezcan”, aconseja Lori McDaniel, una experta en cómo ahorrar de Offers.com. “No tienes idea de cuánto dinero ahorrarás en todo, desde ropas hasta juguetes”.