Smiling pajama-clad little girl holding a wrapped gift in front of a Christmas tree

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¿Es Hora de Mostrar Más Agradecimiento?

La acción de dar las gracias enseña a los niños más que buenos modales
La acción de dar las gracias enseña a los niños más que buenos modales 

Animar a que tu hijo diga "Gracias" – ya sea mediante una tarjeta postal, una llamada telefónica u otro gesto sincero – es una habilidad social fundamental que no solamente le servirá de mucho durante la época festiva, sino también por el resto de su vida. En realidad, numerosos estudios han demostrado que ser agradecido puede dar un gran impulso al nivel de felicidad de tu hijo y aumentar su estado de bienestar en general.

"Las investigaciones actuales comprueban que los niños más felices y de mayor empatía son aquellos que poseen un sentido de apreciación por la vida", revela Michele Borba, Ph.D., psicóloga educativa, experta en crianza y autora de Don’t Give Me That Attitude! "Esos estudios muestran que los niños que se sienten agradecidos, en realidad resultan ser más felices, decididos, optimistas, flexibles, menos estresados y hasta más saludables".

Incúlcale a tu hijo ser agradecido todo el año de esta manera:

Comportándote Bien
"La manera más rápida de fomentar carácter es mediante el ejemplo", declara Borba. Así que cuanto más agradecimiento tú demuestres por los gestos generosos que recibes a diario, y que pudieran pasar por desapercibidos, más probabilidad existe de que tus hijos te imiten. Permite que tus hijos te vean comunicar tu aprecio mediante abrazos, expresiones afectuosas, ramos de flores, una nota de tu puño y letra... hasta enviar un e-mail o mensaje de texto rapidito adjuntando un sonriente autorretrato o selfi resulta ser una muestra auténtica de gratitud que puedes modelar para tus hijos. Tampoco limites tus alabanzas únicamente para quienes conoces bien – dar gracias afectuosamente a un conocido o extraño que te ha prestado ayuda pudiera dejar una impresión aún mayor en tu hijo.

Manejando Desencantos
Hasta el más dulce de los niños pudiera actuar como un malcriado ante alguna decepción, como por ejemplo, al recibir un regalo de cumpleaños totalmente inadecuado para su edad o que nada tenga que ver con sus intereses. "Una lección que es difícil de aprender para los niños es que, en realidad, ellos dan las gracias a la persona por su consideración, no en sí al regalo", dice Borba. Facilita que una píldora así sea más fácil de tragar recordando a tu hijo todo el tiempo y consideración que conlleva dar regalos, y que cualquier obsequio que un ser querido haya elegido para tu hijo se entrega con el genuino deseo de traerle felicidad. Borba también sugiere practicar con tu hijo formas de dar las gracias con entusiasmo (pero sin falsedad) antes de cualquier ocasión en la que pudiera recibir un regalo.

Personalizando el Aprecio
La gratitud no se aprende con sermones, sino con rutinas, recalca Borba. "Inicia rituales simples en familia que ayuden a que tus hijos adopten una actitud de gratitud y de apreciación por su buena suerte". Una manera en que ella sugiere hacerlo es ayudando a que los niños hagan lista de sus bendiciones todas las noches, repasando todas las cosas – y personas – por las que están agradecidos, y por qué. Puedes convertir esto en un juego retándolos a que reconozcan un mínimo de tres cosas que ellos agradecen de cada miembro de la familia, eligiendo un individuo nuevo cada noche.

Los niños y adolescentes son egocéntricos por naturaleza; los padres tienen la tarea de enseñarles el arte de dar las gracias. Pero cuanto más temprano los niños aprendan a aceptar y practicar la gratitud, mayor será la probabilidad de que gocen de una vida más feliz y plena.