Happy multigenerational family

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Reconcíliate con el Pasado

Resuelve los conflictos familiares y haz las fiestas felices para todos
Resuelve los conflictos familiares y haz las fiestas felices para todos 

Las celebraciones por épocas festivas pueden estar repletas de tensión, ya que estamos inundados por imágenes idealizadas de reuniones familiares muy diferentes a las nuestras. También a menudo los problemas del pasado regresan para desentonar con nuestras fiestas, como huéspedes no invitados. Pero nuestro experto consejo pondrá el perdón – un plato mejor servido acompañado con empatía y cariño – en el menú.

Respira Profundamente

Según los expertos, la actitud defensiva es una reacción fisiológica que te tensa, te pone en guardia, e interfiere con tu capacidad para recibir información nueva. Así que incluso antes de sentarte a la mesa con ese miembro de la familia que suele activar tus botones sensibles, respira.

“Cuando alguien se nos acerca de una manera airada o crítica, automáticamente escuchamos solo aquello con lo que no estamos de acuerdo”, dice Harriet Lerner, Ph.D., experta en relaciones familiares y autora de Why Won’t You Apologize? Healing Big Betrayals and Everyday Hurts. Según ella, cuando se nos critica, estamos programados para pasar de inmediato al modo defensivo; sin embargo, “tomar conciencia de nuestra actitud nos puede dar una pequeña pero crucial distancia de esa reacción”. Respirar varias veces profunda y lentamente, y hacer lo que sea necesario para mantenernos calmados, ayudará.

Escucha con el Corazón Abierto

No importa cuál sea la causa del resentimiento o del enfado entre tú y tu pariente, la solución puede requerir un espacio neutral donde ambos puedan expresar con seguridad sus sentimientos. Siempre hay dos lados en una historia; es importante que compartas el tuyo. “Incluso si la otra persona no es capaz de considerar tu punto de vista, es posible que necesites oír el sonido de tu propia voz diciendo lo que realmente piensas”, dice Lerner.

El momento apropiado lo es todo, así que si eso significa dejar la conversación hasta después de que se hayan retirado los platos de la mesa, pues que así sea. Espera el momento en que sientas seguridad de que te oirán, aconseja Lerner. Por otro lado, si nos sentimos abrumados emocionalmente, no seremos capaces de prestar toda nuestra atención a lo que la otra persona está diciendo y a lo que nosotros necesitamos oír. “Escuchar de todo corazón requiere que nos calmemos la mente, abramos nuestros corazones y hagamos preguntas que nos ayuden a entender mejor”, dice Lerner.

Libérate a Través del Perdón

Antes de iniciar una discusión difícil, “Ten en cuenta que lo primero es protegerte tú”, subraya Lerner. “Reduce a cero tus expectativas de obtener la respuesta que deseas y mereces. Expresa tus verdades, porque ese es el terreno en el que quieres estar, sin importar la respuesta que recibas”. Y recuerda que la voluntad de la otra persona para admitir el mal que te ha causado, no tiene nada que ver con lo mucho que te quiere y se preocupa por ti, dice Lerner. Probablemente esté tratando de resolver sus propias actitudes defensivas y su dolor.

No es fácil dejar ir la ira, pero el acto de perdonar es enormemente beneficioso para ambas partes. “A veces el proceso no se trata tanto de insistir en la justicia como de invertir en la relación”, afirma Lerner. “Se trata más de permitirte aceptar a las personas que tú quieres tal como son”.