Letrero en rojo brillante, naranja y verde donde se lee Black History Month.

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Héroes Anónimos de la Historia de la Raza Negra

5 hombres y mujeres de color pioneros
5 hombres y mujeres de color pioneros 

Inspira a tus hijos, y a ti misma, con estas sorprendentes historias de grandeza.

Alice Coachman Antes de Simone Biles, Venus y Serena Williams, y la propia Brianna Rollins de Miami, estuvo Alice Coachman, la primera mujer de raza negra en ganar una medalla de oro olímpica en el mundo. Coachman saltó 5 pies y 6 1/8 de pulgada para establecer un nuevo récord de salto alto en las Olimpiadas y llevar a casa el oro para los Estados Unidos en 1948. Fue un logro aún más impresionante dado el hecho de que creció en el segregado Sur, donde se le prohibió entrenar en campos atléticos y, cuando niña, comenzó a practicar corriendo y saltando descalza por los caminos de tierra y sobre trapos atados como cuerdas. Coachman consiguió otra primicia – que una mujer de la raza negra respaldara una marca global – cuando Coca-Cola la contrató como su portavoz en 1952.

Lewis Latimer Hijo de antiguos esclavos, el inventor Lewis Latimer fue clave para el desarrollo de la bombilla eléctrica. Después de servir como oficial naval de la Unión durante la Guerra Civil, Latimer consiguió un trabajo administrativo en una oficina de patentes y de forma autodidacta aprendió dibujo mecánico. Reconocido por su destreza, fue promovido a dibujante hasta llegar a colaborar con otros notables inventores de la época, incluyendo Alexander Graham Bell y Thomas Edison. Fue mientras trabajaba con este último que Latimer refinó el diseño de la bombilla de Edison, aumentando su longevidad, asequibilidad y uso considerablemente. Más tarde, supervisó la instalación de alumbrado público en varias ciudades estadounidenses y extranjeras; hizo contribuciones esenciales a la invención del teléfono; y patentizó mejoras para ascensores y para los aseos en vagones del ferrocarril.

Charlotte E. Ray La primera mujer de raza negra en ejercer la abogacía en os Estados Unidos, la carrera de Charlotte E. Ray como abogada fue demasiado breve, pero impactante de todas formas. Después de graduarse a los 19 años de la Institution for the Education of Colored Youth de Washington, D.C., Ray comenzó a enseñar en la Howard University, pero deseaba asistir a la facultad de derecho de la misma. Tres años más tarde fue aceptada, y al completar sus estudios en 1872 se convirtió en la primera mujer de la raza negra en graduarse de una escuela de derecho estadounidense. Su aceptación al colegio de abogados del Distrito de Columbia poco después, la hizo una de tres mujeres abogadas en todo el país. Cuando los prejuicios y la opresión de aquel entonces le hicieron imposible construir una práctica sostenible, Ray abandonó el derecho, pero continuó trabajando en pro de la igualdad, luchando por los derechos civiles y de la mujer. 

Matthew Henson Considerado por muchos como el primer hombre en llegar al Polo Norte, la sed de Matthew Henson por alcanzar tierras lejanas le llegó a temprana edad. Pobre, negro y huérfano, encontró trabajo como marinero aprendiz y ya para los 18 años había visto la mayor parte del mundo por mar. De vuelta en tierra, un encuentro casual con el oficial naval Robert Peary (quien inicialmente contrató a Henson para que fuera su ayudante de cámara), le llevó a décadas de expediciones a través de territorios salvajes, y en 1909 ambos, finalmente, alcanzaron el Polo Norte, después de varios intentos mortales. (Su reclamo de ambos fue disputado y Peary se vio obligado a testificar ante el Congreso para defender su logro; Henson, como persona de color, fue ignorado en gran medida). Henson, más tarde, transmitió sus experiencias en sus memorias de 1912: A Negro Explorer at the North Pole; recibió la Medalla al Mérito de la Marina de los Estados Unidos en 1945; y en 1998, fue enterrado de nuevo con honores en el Arlington National Cemetery.

Marie M. Daly La bioquímica Marie M. Daly, cuyo innovador trabajo descubrió la conexión entre el colesterol alto y las arterias obstruidas, es la primera mujer de raza negra en los Estados Unidos en obtener un doctorado en química. Después de recibir una maestría en química de la New York University – en solo un año y mientras trabajaba a tiempo parcial para pagar la escuela – Daly obtuvo su doctorado de la Columbia University y alcanzó enseñar allí, así como en la Howard University. Su labor investigativa a través de los años, contribuyó a una mejor comprensión de las enfermedades cardiacas y cómo tratarlas, del efecto del azúcar en las arterias, y del humo del cigarrillo en los pulmones. Su dedicación al apoyo de la diversidad racial y de género en el aprendizaje superior de las ciencias fue igualmente incalculable.