Un joven latino abre los brazos con alegría.

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Fomentar la resiliencia: enseñar meditación de atención plena

Detente y huele el aroma del jazmín. Vive el presente. Concéntrate en lo importante. Estas algunas cosas que les decimos a nuestros hijos. Pero, en verdad ¿a qué se refieren? ¿Qué valores tratamos de inculcar en nuestros hijos? Se trata de ser consciente.

Sintoniza: Ya sea soñando despierto o preparándote para una presentación, los niños (y adultos) pueden prestar atención a sus pensamientos y sentimientos. En “Construir resiliencia en niños estresados ??mediante técnicas simples de atención plena”, Dianne Maroney define la meditación de atención plena como el proceso de “enfocar la conciencia en el momento presente; percibir las emociones y sensaciones físicas sin juzgar mientras haces cualquier cosa. Eso significa desde sentarte en silencio y respirar hasta dibujar, comer o jugar en la arena”.

Así, puedes mejorar el sistema inmunitario, la concentración, la autoaceptación y el autocontrol. Puedes disminuir el estrés y ayudar a los niños a manejar situaciones difíciles. "La atención plena crea resiliencia porque promueve la comprensión de las emociones propias, la capacidad de controlarlas y un sentido más profundo de saber de lo que somos capaces", afirma Maroney.

Los padres pueden incorporar actividades prácticas en las rutinas diarias, incluso para los niños pequeños, "a fin de ayudarlos a cultivar la resiliencia y desarrollar y refinar su práctica de atención plena a medida que maduran", según mindful.org. "Enseñar la atención plena también puede ayudar a formar tres habilidades esenciales en la primera infancia: prestar atención y recordar información, alternar entre tareas y comportarse de manera adecuada".

Safari por el vecindario: emprendan una caminata para observar las nubes, escuchar los trinos del pájaro carpintero u oler las gardenias. Pathways.org también recomienda participar en actividades en el hogar durante el receso entre las tareas, antes de ir a dormir o cuando estés ansioso. A la hora de comer, los miembros de la familia pueden conversar sobre cómo se sintieron durante el día. "El objetivo de la atención plena es mejorar la conciencia de las experiencias, pensamientos y sentimientos y ayudar a los hijos a relajarse cuando se sientan abrumados".

Los 15 minutos: The Imagine Project sugiere tomar 15 minutos para armar un rompecabezas, hacer pompas de jabón, leer un libro de cuentos. Positivepsychology.com anima a los niños a describir sus emociones. "¿Te sientes como si te saliera vapor de los oídos? ... Valida las emociones. Los niños responden a menudo con frustración o tristeza cuando se les dice que su pena, por trivial que nos parezca, 'no es gran cosa' ".

Inhala el momento: Mindful.org ofrece varios ejercicios de respiración consciente para calmar los nervios: hacer que los pequeños pongan su peluche favorito en el vientre y lo vean moverse. O, en cada exhalación, pensar en "algo que salió bien en el día". Asimismo, fomentar la bondad con un acto sencillo como enviar una tarjeta con palabras amables. "Es importante modelar esta forma de comportarse… Estos actos son el agente curativo esencial dentro de la familia, nuestra cultura y el mundo”.