
Escrito por Gioconda Reina, MSW con Julie Belkowitz, MD, MPH, Lyse Deus, M.Ed., y Oneith Cadiz, MD, injuryfreemiami.org/
El hecho de que más del 40 % de los hogares estadounidenses tengan un perro demuestra que pueden aportar mucho amor y diversión. Pero incluso el perro más bueno puede tener un mal día.
Lamentablemente, cada año ocurren en el país cerca de 4,5 millones de mordeduras de perro. Los niños tienen más probabilidades de ser mordidos que los adultos. Sus lesiones suelen ser más graves, en la cabeza, cara o cuello, y a menudo requieren atención médica.
Los niños pueden ser mordidos por cualquier tipo de perro y, en la mayoría de los casos, estas son de animales con los que está familiarizado. A continuación, se ofrecen algunos consejos del sitio healthychildren.org de la Academia Estadounidense de Pediatría sobre cómo prevenir dichas mordeduras:
- Nunca dejar a los bebés o niños solos con un perro, ni siquiera con el de la familia. Cualquier perro puede morder.
- Los niños deben estar tranquilos cerca de los perros. No permitan que sus hijos jueguen bruscamente con estos.
- Nunca acercarse a un perro desconocido, si no está atado con correa.
- • Enseñar a los niños a preguntar siempre al dueño antes de acariciar a un perro. Si dice que sí, el perro debe olfatearlo primero. El niño no debe acariciarle la cara ni la cola, sino permanecer gentil y no mirarlo a los ojos.
- Nunca molestar a un perro que esté durmiendo, comiendo o cuidando cachorros. En estas situaciones los perros son más propensos a responder de manera agresiva, incluso con una persona que les resulte familiar.
- Enseñar a su hijo que, si un perro se comporta de manera amenazante (por ejemplo, gruñendo y ladrando), debe mantener la calma, evitar el contacto visual y alejarse lentamente hasta que el animal pierda el interés y se vaya.
En caso de que mordidas, el cuidado médico básico de las heridas incluye una limpieza profunda, y es posible un tratamiento adicional. La saliva animal contiene bacterias que pueden provocar infecciones. Con frecuencia se administran antibióticos y vacunas específicas para tratar y prevenir estas infecciones.
Si un perro muerde a su hijo, deben seguirse estos pasos:
- Pídale al dueño del perro un comprobante de vacunación contra la rabia.
- Lavar inmediatamente la herida con agua y jabón.
- Llamar al pediatra, porque la mordedura podría requerir antibióticos, una vacuna contra el tétano actualizada y/o vacunas contra la rabia.
- Si su hijo sufre una mordedura grave, llamar al 911 o llevarlo a un servicio de urgencias para que reciba tratamiento.
En caso de inquietudes sobre la seguridad o salud de su hijo, comunicarse con su pediatra. Para más información sobre cómo mantener a su hijo a salvo de las mordeduras de perros, llamar a Injury Free Coalition for Kids, un programa de The Children’s Trust, al 305-243-9080 o visitar www.injuryfree.org.